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Ante todo nos dirigimos y agradecemos a todos por la ayuda que nos dan con este blog ya sean seguidores, oyentes del programa de radio y por sobre todo a todos aquellos propietarios de webs, blogs, libros y todos los lugares donde han obtenidos la información y nos han acercado a nuestro mail para que podamos publicarlas en este humilde blog, para que todas las semanas desde hace ya 7 años podamos compartir en dos emisiones las tantas historias, enigmas y misterios del universo que se van pasando de generación en generación y así reflejar esas viejas leyendas, historias, enigmas y misterios que de niños oímos mas de una vez y que nos asustaban en algunos casos como también en otras nos enseñaban a valorar y respetar esas narraciones.

Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



jueves, 5 de enero de 2017

Leyenda del Rastrillo

En el año 2003 en Estados Unidos, principalmente en el área rural de Nueva York, ocurrieron una serie de extraños eventos que involucraban a una extraña criatura humanoide. Los medios locales cubrían la noticia, pero de pronto todo quedó en el olvido despertaron. La mayoría de los registros en línea y escritos de la criatura fueron misteriosamente destruidos y muy poca información quedó intacta. Pero investigando un poco se ha podido conocer algo escueto sobre la criatura.

En el diario de un marinero del año 1691 decía: – Vino a mí en un sueño. Desde los pies de mi cama sentí una sensación. Se llevó todo. Debemos volver a Inglaterra. No debemos volver aquí por órdenes del Rastrillo. –

La entrada de un diario 1880 mencionaba: – Experimenté un gran terror. He experimentado el terror más grande. Veo sus ojos cada que cierro los míos. Son huecos. Negros. Me vieron y me perforaron. Su mano mojada. No dormiré. Su voz… –

Nota de Suicidio de 1964: – Mientras me preparo para tomar mi vida, siento necesario mitigar cualquier dolor o culpa que pueda provocar mediante este acto. No es culpa de nadie más que de Él. La primera vez, desperté y sentí su presencia. La segunda, desperté y lo vi. La tercera, desperté y escuché su voz, y vi sus ojos. No puedo dormir por terror de lo que pueda pasar la próxima vez que lo encuentre. No puedo despertar jamás. Adiós -. Hallado en la misma caja de madera había dos sobres vacíos dirigidos a “William” y “Rose”, y una carta personal sin sobre: – Querida Linnie, recé por ti. Dijo tu nombre -.

Y en época reciente, de un testigo en el 2006: – A las 4 am, me desperté pensando que mi esposo había ido al baño. Aproveché para jalar las sábanas, pero él seguía ahí, me vio, suspiró y retiró sus pies de la orilla de la cama tan rápido que su rodilla casi me tiró. Me agarró y no dijo nada. Al pie de la cama, sentado y viéndonos de lejos, había lo que pensé que era un hombre desnudo, o un gran perro sin pelo de algún tipo. Su posición era perturbadora y no natural, como si hubiese sido golpeado por un automóvil o algo así. En un movimiento veloz, la criatura rodó al lado de la cama, y se arrastró rápido en una posición similar a la de un cojo a lo largo de la cama hasta que estuvo a poco menos de 30 cm. del rostro de mi esposo. La criatura estuvo silenciosa por 30 segundos, viendo solo a mi esposo. Después salió corriendo en dirección a los cuartos de los niños.

Fui tras la criatura, cuando llegué al pasillo, estaba agachado y jorobado a unos 6 metros a la distancia, cubierto de sangre. Encendí la luz y vi a mi hija, Clara. Estaba muy lastimada y habló solo una vez más en su corta vida. Dijo – Él es el Rastrillo –. Mi esposo chocó su auto esa noche, mientras intentaba llevar a nuestra hija al hospital. No sobrevivieron.

Investigando un poco por mí cuenta después de que todos parecían ignorar la situación, encontré a un hombre en otra ciudad vecina que tuvo una historia similar, él conocía a otras dos personas que habían visto a la criatura, nos tomó a los cuatro casi dos años de buscar en Internet y escribir cartas para obtener una pequeña colección de lo que creíamos que eran registros del Rastrillo. Ninguno dio detalles, historia o seguimiento. Una jornada involucraba a la criatura en sus primeras 3 páginas, y nunca mencionada de nuevo.


No he visto al Rastrillo desde que arruinó mi vida, pero sé que ha estado en mi habitación mientras dormía. Sé y temo que un día despertaré para verlo de pie, mirándome fijamente.

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